Sociedad

Mujeres solas de 50 a 54 años, las que más llaman al 024: "Piden ayuda antes que los hombres"

Laura Moro

Foto: Bigstock

Martes 20 de junio de 2023

11 minutos

Hay más intentos e ideación suicida entre las mujeres, aunque ellos se suicidan más

Mujeres solas de 50 a 54 años, las que más llaman al 024: "Piden ayuda antes que los hombres"
Laura Moro

Foto: Bigstock

Martes 20 de junio de 2023

11 minutos

El suicidio es la primera causa de muerte externa en España, y desde hace unos años, el número de personas que deciden quitarse la vida sigue aumentando, haciendo que muchos expertos empiecen a hablar ya de una ‘pandemia silenciosa’. 

En cifras, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en diciembre de 2022, evidencian que el 2021 fue el año en el que más españoles decidieron suicidarse: 4.003 personas, lo que se traduce en once muertes autoinducidas diarias. Y lamentablemente, las cifras que se conocen de 2022 son aún peores: en el primer semestre se registraron 2.015 suicidios, un 1,6% más con respecto al mismo periodo del año anterior. 

Sin conocerse aún los datos correspondientes al segundo semestre del año pasado, la necesidad de aprobar un plan nacional de prevención del suicidio es cada vez más urgente. Mientras esto llega, hace poco más de un año, el Ministerio de Sanidad aprobó la puesta en marcha del teléfono 024, una línea de alcance nacional, anónima, gratuita, confidencial, accesible y disponible las 24 horas del día para todos aquellos que lo necesiten. Desde el 10 de mayo de 2022 hasta finales del pasado mes mayo ha recibido un total de 129.000 llamadas, 122.215, desde su inicio hasta el 9 de mayo.

El servicio ofrece atención y apoyo por medio de personal especializado de perfiles multidisciplinares y expertos en el manejo de estas situaciones, acerca de los diferentes aspectos que puedan contribuir a prevenir o impedir las conductas susceptibles de derivar en riesgos para la vida o la integridad física de estas personas. 

Las mujeres de entre 50 y 54 años, las que más llaman

Con motivo de este primer aniversario, y aprovechando el acto ‘Salud Mental, una prioridad en la Unión Europea’, el Ministerio de Sanidad ha querido compartir las primeras conclusiones extraídas de estas llamadas: “Los datos que tenemos son un poco en función de la información que nos han querido proporcionar. El 30% de las personas llamantes por sexo son mujeres, el 25% son hombres, y el resto del porcentaje son personas que no lo han especificado”, ha explicado Laura Fernández, responsable de este servicio.

“Por otro lado, las franjas de edades entre 40 y 59 años corresponden al 45% de las personas usuarias, y dentro de esta, la franja de 50 a 54 años es la que más uso ha hecho del servicio”, aseguraba Fernández. Y añadía: "Solo 53,9% de esas 22.215 llamadas ha proporcionado los datos de su edad. Sobre el otro 50% debido a las características de servicio, desconocemos los datos de edad y de sexo”, apuntaba la responsable.

Que el perfil mayoritario de personas que llaman a este teléfono sean mujeres de entre 50 y 54 años ha llamado la atención a Javier Jiménez Pietropaolo, psicólogo especialista en Psicología Clínica, de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicido y Familiares y Allegados en Duelo por Suicidio (RedAIPIS-FAeDS), aunque cree tener la explicación: “Hay que saber que en España se suicida una media de tres hombres por cada mujer. Es decir, a pesar de que las mujeres puedan llamar más, y en línea general se intenten suicidar más que los hombres, ellos lo consiguen tres veces más que ellas”.

“Se supone, aunque no se sabe a ciencia cierta, que lo hacen más por dos motivos: el primero por el método que utilizan. Como decía, las mujeres lo intentan mucho más, pero el método que utilizan es menos letal. Y el otro, porque por norma general, los hombres, sobre todo los de una cierta edad, han sido educados para que no cuenten sus problemas, para que no se quejen, no lloren y no busquen apoyo ni en otros hombres, ni en los profesionales. Y yo creo que esta es una de las razones por las que los hombres llaman menos”, añade.

En la misma línea se sitúa el psicólogo Guillermo Fouce, presidente de Psicología sin Fronteras: "Los datos se corresponden bastante a lo que sabemos. Hay más intentos e ideación suicida entre las mujeres, aunque los hombres se suicidan más. Y lo mismo con las edades, suelen ser esas, aunque tampoco hay que olvidar la franja de los adolescentes-jóvenes, pero creo que para ellos es más difícil llamar", asegura.

Sobre esta franja de edad, el 024 está trabajando por incorporar un servicio de chat y poder ayudarlos: “No hay que olvidar que el 21,85% de las llamadas corresponden a jóvenes menores de 30 años", apuntaba Fernández.

A pesar del perfil que se puede extraer con los datos obtenidos, Dolors López, Coordinadora y Desarrolladora del Plan de Formación del Profesorado en Prevención, Detección e Intervención del suicidio de la Consejería de Educación de la Generalitat Valenciana, quiso matizar estas conclusiones durante su intervención en el acto: "El suicido es un problema que nos puede afectar a todos. No hay perfil de la persona suicida. Esto nos llama a todos y nos implica a todos, intentar resolverlo comienza por la visibilización y continúa con la prevención".

La soledad, el motivo principal de las llamadas

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"La mayoría de los suicidios tiene detrás un problema de salud mental, que es el resultado de varios factores: la familia en la que naces, el código postal, lo que te pasa en la vida y quién eres. Esa suma da la salud mental. Intervenir desde este foco es un paso definitivo y diferente para poder afrontar de una manera global, lo que es un problema multifactorial", comentaba Dolors.

Según las llamadas recibidas, el principal motivo que pone en peligro la estabilidad emocional de las personas es la soledad no deseada: "En este año hemos identificado como factores de riesgo o detonantes de esta conducta, sobre todo la soledad. Es el motivo más repetido que verbalizan los usuarios", adelantaba Fernández.

No me sorprende que llamen por este motivo porque date cuenta de que el teléfono puede ser una manera de mitigar esta soledad. A lo mejor no tienen ideación suicida, pero no hablan con nadie", opina Jiménez. 

"También otros aspectos como carencia de red de apoyo, problemas económicos, patologías crónicas, rupturas, problemas de salud mental o duelos complicados", aclaraba la responsable del 024.

Para Fouce, además de lo dicho, el motivo por el que las mujeres llaman es la sobrecarga que tienen: "La mujer suele tener un salario menor, menos independencia o puede haber sido víctima de violencia de género. Todo esto, unido a que culturalmente la mujer tiene más facilidad para pedir ayuda, hace que sean más propensas a llamar. Y aunque las cosas han ido evolucionando, los hombres suelen compartir menos lo que les ocurre".

Las llamadas de riesgo medio, las más numerosas

“El perfil de las personas usuarias que llaman es en el 55% la propia persona con ideación suicida o con conducta suicida en diferentes grados. El 11% de las llamadas recibidas son personas allegadas o del entorno, y el 35% restante son llamadas que se pueden clasificar como silenciosas o no pertinentes, no especificadas, donde se contemplan diferentes aspectos”, aclara Fernández.

De todas las llamadas que reciben, las de riesgo medio "son las más numerosas, sin embargo, también se puede decir que es una oportunidad para la prevención", opina la responsable. 

En este sentido, es importante matizar, que las únicas llamadas "derivadas al 112 son las de riesgo alto", que traducidas en números han sido 4.797, y 9.254 los casos de riesgo de suicidio o bien muy alto, o suicidio en curso. 

Cuando una persona es derivada a los servicios de emergencia, los profesionales lo que "intentan es negociar con la persona para ver si acepta ser trasladada al hospital, ser ingresada y frenar lo que pretende. Es una cuestión de ganar tiempo y evitar que pase", explica Fouce.

"Cuando llegan al hospital, entran por el protocolo de suicidio, donde se le intenta estabilizar, y en 24-48 horas tendrá cita con el psiquiatra", añade.

Lamentablemente, el aumento de listas de espera de la sanidad pública ha cambiado los tiempos de atención, tal y como nos explica el psicólogo Javier Jiménez: “La segunda cita, que solía ser al cabo de un mes, ahora es al cabo de tres. Estas no son condiciones para atender a alguien que tiene ideación suicida. Cuando la persona ingresa en la planta de psiquiatría por norma general están muy poco tiempo, en ninguna de ellas te hacen psicoterapia y sales con el mismo tipo de sufrimiento”, lamenta.

Y añade: “Hay un gran problema de base para poder derivar a las personas que llaman. Tienes que pasar por tu médico de cabecera, que te deriva a un centro de salud mental, que actualmente, en algunas zonas están dando la primera cita para atenderte en diez meses, de tres meses no bajan”.

Su compañero de profesión, Fouce, está de acuerdo con su compañero: "Sin duda, hay una ausencia de recursos y hay una falta de atención a la salud mental. De hecho, puede darse una primera atención, pero no una atención continuada, que es lo que realmente necesitan. Puede haber una atención de urgencias, que se active el código suicidio, pero lo que es casi imposible, tal y como están las cosas, es que haya una atención y una terapia continuada", asegura.

"De hecho, lo que suele pasar es que se les dan pastillas. Se busca un atajo, porque la pastilla lo que hace es bloquear, pero no solucionar ninguno de los problemas vitales que implican o que están detrás del suicidio y la ideación suicida", apunta el psicólogo.

¿Hacen falta más recursos?

 Psiquiatra alerta de que se avecina "una avalancha de problemas de salud mental" por la pandemia - Foto: Bigstock

El ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, también participó en este acto sobre salud mental, y destacó cómo el actual gobierno ha dado "en los último años pasos muy importantes y decisivos. Hemos actualizado la estrategia de salud mental que llevaba más de 12 años sin actualizarse, y lo hemos hecho desde el conseso con las Comunidades Autónomas, que tienen las competencias delegadas".

"Ha costado mucho hacerla con el Ministerio de Sanidad porque hubo que buscar el consenso entre todas las Comunidades Autónomas", nos explica Fouce, que participó en este proceso.

Entre las actualziaciones de este Plan se incluye "un nuevo enfoque basado en la promoción de la salud mental, y también en la interacción de algo muy importante, y que muchas veces dejamos de lado, que es el entorno familiar", explicaba el ministro.

"Hemos aprobado por primera vez el Plan de Acción de Salud Mental (2022-2044), y lo hemos dotado de 100 millones de euros. Las seis líneas estratégicas y las 44 acciones de los respectivos indicadores, están en marcha a través de las Comunidades Autónomas con las transferencias que les hacemos directamente", apuntaba Miñanes. 

A pesar de que este plan existe, son varias las voces que plantean la necesidad de aprobar una estrategia específica para prevenir el suicidio, aunque para otros, el problema es otro: "En este Plan hay una línea específica de suicidio. No sé si sería más mejor  tener un plan sobre esta línea o implementar la línea que aparece en el Plan Nacional. Yo creo que es más eficaz esto último. El problema es que la sanidad está transferida, entonces cuando hablamos de recursos o de funcionamiento, son las Comunidades Autónomas las que tienen que ejercer. El Estado pone el teléfono y el Plan Estatal, y poco más puede hacer. No tiene capacidad de poder hacer muchas más cosas porque no es su competencia", matiza el psicólogo.

"El problema aquí, y lo hemos vivido en la propia Estrategia Nacional son las visiones disintas y los recursos diferentes. Quizá sería más eficaz que hubiera más consensos en una sola dirección", opina Fouce.

Uno de esos recursos, debería estar destinado a la formación en prevención y detención de conductas suicidas, ya que como apunta Javier Jiménez, son muchos los profesores que llaman para informarse sobre cómo actuar, aunque suelen hacerlo cuando han vivido de cerca, la muerte autoinducida de un alumno: "El personal docente llama mucho porque adolescentes y jóvenes o tenían ideación suicida y se habían enterado o se habían intentado suicidar, y había transcendido al centro. No saben cómo intervenir, y por eso llaman".

"Lo mismo hacen las personas que están en duelo por suicidio o que tienen un familiar que se ha intentado suicidar: llaman pidiendo asesoramiento y pautas básicas para poder ayudar a esa persona", añade el psicólogo.

Jiménez cree que a día de hoy es prácticamente imposible no conocer un caso cercano de suicidio o ideación suicida, lo que evidencia aún más la necesidad de seguir trabajando en la prevención, la formación y en la visibilización de este problema, que sigue tabú en muchos ambientes, y cuyas consecuencias son, lamentablemente irremediables en el peor de los casos. Porque como se viene reivindicando desde hace ya un tiempo, la salud mental es igual de importante que la física, y hay que ocuparse de ella, pero para ello, hay que tener acceso a recursos e información.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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